Durante mucho tiempo se ha vuelto normal denominar como "Crimen Organizado" al narcotráfico en México, esto debido a que se cuenta con una estructura organizacional (si así lo podemos llamar) y un área delimitada de acción territorialmente hablando.
Sin embargo más allá de lo mencionado en el párrafo anterior no vemos algo que nos ayude a terminar de adjudicar este concepto a este tipo de delincuencia. Solamente contamos con estas dos características que al parecer son suficientes para dar un estatus superior a lo que es realmente; una banda de delincuentes.
A lo que sí podemos llamar "Crimen Organizado" es al uso de la política como herramienta para realizar delitos tales como; desvíos de dinero, nepotismo, tráfico de influencias, entre otros tantos conceptos que si son aplicados por algún político mendaz pero que no son considerados como delitos ante del Poder Judicial. Es verdaderamente impresionante la coordinación que se aplica para poder hacer esto de manera ordenada, rápida y sencilla (si, robar millones es mucho más rápido que ir a sacar una copia de tu acta de nacimiento al palacio municipal). Pareciera algo fuera de la realidad, la sincronía y la disipación momentánea de lo que normalmente los divide al representar diferentes partidos políticos se omite para que todo fluya sin interrupciones y todo aquel que se intente oponer a dicho atraco es silenciado con amenazas, la muerte o en el mejor de los casos, con sobornos.
La ambición de estos políticos es de proporciones diabólicas (vaya que esto es mucho decir) ya que se basa en la mentira. Mienten a toda costa con tal de intentar saciar su codicia pero no se dan cuenta que este intento se vuelve perpetuo y sus mentiras también. Se la pasan mintiendo en sus campañas internas, en las campanas por algun puesto publico y por consiguiente mienten ya que están en el cargo, estas mentiras se vuelven deudas, estas deudas pueden ser de dinero, de favores hechos en campaña e incluso de no llevar a cabo algo que ya habian prometido de manera contundente a las personas que votaron por él y en el último de los casos estas mentiras se vuelven a convertir en mentiras que a su vez pasan a ser traiciones; a su equipo, a su partido, al pueblo que representa, etc.
Durante este proceso el político mendaz va cambiando de aliados y de enemigos, enemigos se vuelven aliados y aliados se vuelven enemigos, literalmente una lucha de todos contra todos. Una lucha en fango en donde no se busca salir limpio o ser vencedor, se busca manchar a la mayor cantidad de participantes para poder ganar esa falsa lealtad que entre lineas basicamente es "si yo caigo, tú también" con esto todos se vuelven cómplices y su única defensa se vuelve algo tan absurdamente infantil como "yo soy menos culpable porque el robo mas que yo".
Lamentablemente a uno como ciudadano se le olvida que robar mucho o robar poco, es robar y vivimos con la esperanza de ver que se haga justicia. Esta esperanza se vuelve a presentar cada que hay elecciones con una nueva generación de candidatos que parecen honestos porque nos hacen pensar que si, van a robar, pero robaran menos y es justo por esto que deberíamos de considerar esto como el verdadero Crimen Organizado.
Ellos siempre ganan y nosotros siempre olvidamos.